1º de bachillerato
Lectura
Las artes nos ofrecen imágenes simbólicas del mundo. Sabemos que en las pinturas religiosas la paloma simboliza a Dios (como Espíritu Santo) o que el color blanco alude a la pureza y la inocencia. Las imágenes, además de "mostrarnos" una realidad, nos "dan un significado", nos ofrecen unas ideas, expresan emociones y sentimientos, cuentan historias a nuestra imaginación y a nuestra inteligencia. Las imágenes - las buenas imágenes pictóricas o fotográficas - nos enseñan a ver y comprender, orientan nuestra mirada.
En esta entrada te propongo varias imágenes que se complementan con textos escritos de Primo Levi y del filósofo Martin Heidegger. Tienen en común que aluden a un objeto en apariencia simple: los ZAPATOS.
Tanto Levi como Heidegger nos muestran que un par de zapatos es algo más que un simple objeto. Nos cuentan una historia que a veces es triste y, en ocasiones, esperanzada. Coincide Levi con Heidegger en que los zapatos son testimonio de una historia que merece ser comprendida y contada.
Te propongo una disertación sobre la imagen de los zapatos en la novela de Primo Levi. También puedes hablar de las imágenes que te propongo, qué te sugieren, qué crees que te cuentan...
IMÁGENES DEL CAMPO DE AUSCHWITZ
FRAGMENTOS DE SI ESTO ES UN HOMBRE DE PRIMO LEVI
Si estamos desnudos en
una sala de duchas quiere decir que vamos a ducharnos. Si vamos a ducharnos es
porque no nos van a matar todavía. Y entonces, por qué nos hacen estar de pie, y
no nos dan de beber, y nadie nos explica nada, y no tenemos zapatos ni ropas
sino que estamos desnudos con los pies metidos en el agua
(...)
(...)
entrar en el Ka-Be (el bloque de la enfermería) con los
zapatos puestos está estrictamente prohibido.
(...)
el reglamento del campo prescribe que todas las mañanas los zapatos se embetunen y se les saque brillo,
(...)
La muerte empieza por los
zapatos: se han convertido, para la mayoría de nosotros en auténticos
instrumentos de tortura que, después de las largas horas de marcha, ocasionan
dolorosas heridas las cuales fatalmente se infectan. Quien las padece está
obligado a andar como si tuviese una bala en el pie ...llega a todas partes el último y por todas partes recibe golpes; no puede huir
si lo persiguen; se le hinchan los pies, y cuanto más se le hinchan más
insoportable le resulta el roce con la madera y la tela de los zapatos.
Entonces lo único que le queda es el hospital: pero entrar en el hospital con
el diagnóstico de dicke Füsse (pies hinchados) es extraordinariamente
peligroso, porque es bien sabido por todos, y especialmente por los SS, que de
este mal aquí es imposible curarse.
NOTA:
Para Levi, los zapatos nos ofrecen una imagen de lo que fue el campo de exterminio y de lo que es la dignidad humana. Los zapatos, al ser quitados, nos niegan la dignidad, nos hacen míseros... En la vida diaria, los zapatos parece que nos simbolizan, nos dan una identidad o nos sirven para comunicarnos. En muchos cuentos el hombre sin zapatos es el pobre y miserable. También, para nuchos, es la más preciada propiedad. Sin embargo, en el campo de concentración, al entrar les quitan los zapatos (les quitan su identidad civil) y luego les entregan otros (les dan otra identidad) que sirven para humillar, para hacerles comprender que estamos destinados a la muerte.
LOS ZAPATOS CAMPESINOS (VICENT VAN GOGH)
TEXTO DE MARTIN HEIDEGGER
" ... El cuadro de Van Gogh no nos permite ni siquiera
afirmar cuál es el lugar en el que se encuentran los zapatos. En torno a las
botas de labranza no se observa nada que pueda indicarnos el lugar al que
pertenecen o su destino, sino un mero espacio indefinido. Ni siquiera aparece
pegado a las botas algún resto de la tierra del campo o del camino de labor que
pudiera darnos alguna pista acerca de su finalidad. Un par de botas de
campesino y nada más. Y sin embargo...
En la oscura boca del gastado interior del zapato está grabada la fatiga de los pasos de la faena. En la ruda y robusta pesadez de las botas ha quedado apresada la obstinación del lento avanzar a lo largo de los extendidos y monótonos surcos del campo mientras sopla un viento helado. En el cuero está estampada la humedad y el barro del suelo. Bajo las suelas se despliega toda la soledad del camino del campo cuando cae la tarde. En el zapato tiembla la callada llamada de la tierra, su silencioso regalo del trigo maduro, su enigmática renuncia de sí misma en el yermo barbecho del campo invernal. A través de este utensilio pasa todo el callado temor por tener seguro el pan, toda la silenciosa alegría por haber vuelto a vencer la miseria, toda la angustia ante el nacimiento próximo y el escalofrío ante la amenaza de la muerte. Este utensilio pertenece a la tierra y su refugio es el mundo de la labradora. " Heidegger: El origen de la obra de arte