viernes, 22 de marzo de 2013

La pregunta por la (utilidad de la) filosofía



 Comentaremos en esta entrada el artículo de Manuel Cruz "¿Le importaría preguntarme otra cosa?( El País, 19 de marzo de 2013). El objetivo es que, cuando leáis el texto, podáis sacar "jugo" a la reflexión.

    Manuel Cruz se rebela, irónico y serio a la vez, contra la costumbre de preguntar "¿para qué sirve la filosofía?". Alguien podría  decir que muy sensibles (o  ñoños) son los filósofos si no son capaces de enfrentarse a pregunta tan simple. O, malpensado, algún otro cráneo privilegiado sonreirá y dirá que quien se pica ajos come y que si nos pone nerviosos la pregunta es quizás por la respuesta, sospechándose que la filosofía tal vez no sirva para nada y llevamos un montón de siglos vendiendo la moto de su relevancia individual y pública. De todo hay.

   Sin embargo, pudiera ser también que la pregunta nos "rebele" porque su sentido se escapa hacia el sin sentido o porque aquellos que hacen esa pregunta - todos los hombres, al parecer, salvo los filósofos - al hacerla están mostrando una ceguera o error tan serio y triste que sea motivo para reflexionar y dedicarse a la filosofía. En efecto, ¿qué tipo de personas pregunta para qué sirve la filosofía? ¿El mismo que pregunta para qué sirve la vida o la amistad?  ¿O cuáto cuesta en euros el amor?. Porque hay preguntas que más que afectar al que las recibe, desnudan y radiografían el alma o la mente del que las hace.

 Confunde el necio valor y precio (Antonio Machado) 

 En los dos primeros párrafos Cruz enuncia la pregunta que, con mucha frecuencia, todos los que nos dedicamos a este negocio tenemos que "sufrir": Y esto, ¿para qué sirve?. Anota el autor´(párrafo 3) que a otras ciencias o saberes no les preguntan lo mismo porque, quizás, ni la física, ni la medicina, ni la literatura ni la historia plantean dudas sobre su utilidad. ¿O sí?

 Ahora bien: ¿dónde está el problema del que nos pregunta "para qué sirve la filosofía"? ¿ No es problema suyo si no sabe qué hacer con la filosofía, como el mono al que se le ofrece un ordenador o un coche y no sabe qué hacer? ¿No será que las dudas sobre el qué hacer con la filosofía no está en la filosofía sino en el que no se entera para qué sirve?¿No será que es  él  el que no sabe? (Párrafos 4-5). ¿No nos tiene que hacer pensar que si la sociedad no sabe qué hacer con la filosofía es que tiene un problema de capacidad de entenderse a sí misma, que la sociedad está cegada ante la realidad?
el hecho de que nuestra sociedad sea incapaz de considerar de interés ninguna actividad que no esté directamente relacionada con la producción de beneficio económico revela una severísima limitación conceptual, un radical empobrecimiento de los imaginarios colectivos hegemónicos
 En los párrafos siguientes (párrafos 6 y 7), hace alusión a cuestiones de actualidad en las que se muestra la misma actitud que intenta reducir todas las actividades humanas al puro beneficio económico. ¿Permite la filosofía directamente incrementar el PIB (Producto Interior Bruto) ? ¿Es rentable mantener con vida a enfermos crónicos que ya no pueden trabajar? ¿No deberíamos dejar de dar problemas de salud? Por otro lado, ¿para qué conservar los rastros del pasado, la herencia de las ideas de los lejanos griegos o romanos? ¿qué interés tiene preservar el patrimonio artístico? ¿Solo lo que sea de interés turístico - y nos permita ganar dinero - es digno de ser conservado? ¿Solo las ideas entretenidas y graciosas deben ser recogidas?

 En los últimos tres párrafos, habla de la exigencia de cuestionarlo todo como rasgo esencial de la filosofía. Y ahí te dejo yo a tus fuerzas para que culmines las comprensión del texto....

*****

 Recuerda que, dado que estamos en el tema de la filosofía del arte, el sentido y "utilidad" de la filosofía que propone el texto lo debemos enlazar con otra cuestión: ¿Para qué sirve el arte?.

 O, puestos a buscar paradojas, digamos:

 ¿Para qué sirve las cosas que no sirven?

 Buenas vacaciones de semana santa

1 comentario:

Precesión del perihelio dijo...

A una pregunta tan vaga y oblicua le corresponden respuestas semejantes. Sin ir más lejos, se puede decir que la filosofía sirve para aprender a formular las preguntas adecuadas o, como mínimo, para determinar el grado de estupidez que encierra una interrogación. Aunque esto no toca el fondo de la cuestión, pues la pregunta, más allá de asumir una utilidad unívoca como característica inherente a la unidad imaginaria de los sistemas filosóficos y de presuponer una utilidad que no depende de fines específicos en situaciones tácticas (un análisis que tenga en cuenta toda la ingenua idealidad implicada sería interminable), en el fondo expresa una astucia en formato agresivo. Del mismo modo que ahora nos enamoramos astutamente porque el amor incrementa los niveles de dopamina, tal es el contexto de la utilidad que se demanda. Entonces la respuesta oportuna es que la filosofía sirve para quemar glucosa y de paso conservar la línea.

Saludos